Obra "En vez de ver la tele... Las mejores ideas para que los niños aprendan jugando" entrega 99 propuestas
Libro enseña trucos para entretener a los niños sin la TV
En verano las vacaciones traen mucho tiempo libre que los padres no saben con qué llenar. Por ello, editorial Océano-Ambar lanzó en Chile este volumen. Aquí se explican juegos para diversas edades, en que los pequeños se pueden entretener haciendo manualidades, experimentos científicos, ayudando en la cocina o jugando sin necesidad de tener grandes espacios, ya sea solos o acompañados.
Fecha edición: 05-02-2006
Pelotas de malabares
Además de entretenerse en la confección, se pueden ocupar para ganar habilidades en el malabarismo.
Edad: de 5 a 13 años; número de participantes: a partir de uno; materiales: globos, bolsitas plásticas y alusa plástico, tijeras punta redonda, arroz.
Instrucciones:
Cortar el cuello del globo. En la bolsa plástica poner medio vaso de arroz. Amarrar la bolsa o sellarla bien con alusa de modo que parezca una pelota. Una vez hecho esto, introducirla en el globo. Quedará perfectamente ajustada. Luego, por el lado contrario, se introduce otro globo y queda lista. Si se quiere, se le puede poner otro globo al que se le han hecho hoyos para que se vea de varios colores.
Pizzas divertidas
Al ser la pizza uno de los platos preferidos por los niños, su preparación sirve para introducir alimentos que no comerían normalmente.
Edad: de seis a 12 años; número de participantes: a partir de uno; materiales: una prepizza, tomate, queso, zanahorias, aceitunas, champiñones.
Instrucciones:
Pedirle al niño que se lave las manos y se ponga un delantal. Se debe encender el horno a 200º C, mientras se va preparando la pizza.
Luego hay que distribuir el tomate y el queso en la base, tal como se hace siempre. Ahora, la tarea del menor será hacer con el resto de los ingredientes (estos o los que haya en casa) diferentes caras. Por ejemplo, con aceitunas se pueden hacer ojos, con la zanahoria la nariz o con pimentones la boca. Llevar al horno y comer.
Timbres sencillos
Con ellos se pueden personalizar libros, esquelas o cuadernos.
Edad: de 8 a 11 años, número de participantes: a partir de uno; materiales: una papa pequeña, témperas, servilletas de papel, diarios o un plástico.
Instrucciones:
Proteger la superficie de trabajo con plástico o el papel de diario. Elegir una forma simple, un sol, una estrella, un corazón o una letra. Luego, cortar la papa a la mitad y con la punta de un cuchillo (con la ayuda de un adulto), marcar el dibujo. Rebajarlo para que quede en relieve con forma de timbre. Luego, colocar la imagen tallada de la papa sobre la servilleta para que absorba la humedad. Untar el timbre con témpera y aplicarlo a la superficie escogida.
Mensajes secretos
Es una fórmula para enviar notas sin que los demás sepan su contenido. Sirve para aprender los cambios químicos de los elementos y para practicar la caligrafía.
Edad: de cinco a 10 años; número de participantes: cualquiera; materiales: papel para escribir, jugo de limón o vinagre blanco, un mondadientes o lápiz sin punta, una vela o una lámpara con una ampolleta prendida.
Instrucciones:
En un vaso poner el limón recién exprimido o el vinagre. Mojar el mondadientes en este líquido y escribir o dibujar en el papel. Se debe mojar seguido el mondadientes para que el trazado se impregne. A medida que se seca el papel, la escritura se vuelve invisible. El secado debe ser natural. Al acercar el papel a la vela o ampolleta se verá lo escrito en tono oscuro, por la oxidación del líquido usado .
Globo mágico
Parecerá un truco de magia, pero sólo es la interacción de dos sustancias químicas.
Edad: de cuatro a 10 años; número de participantes: a partir de uno; materiales: un globo, una botella de vidrio transparente con cuello y boca estrecha, vinagre, cuatro cucharaditas de bicarbonato.
Instrucciones:
Llenar a la mitad la botella con vinagre. Mientras, echar con una cucharita y un embudo el bicarbonato al globo. Después poner la boca del globo sobre el cuello de la botella, como una tapa, pero cuidando de que no caiga el bicarbonato en la botella. Tras fijar el globo en el cuello, levantar el globo hacia arriba, de modo que caiga de golpe el bicarbonato en el vinagre. Con la mezcla, el vinagre burbujea y el gas que se desprende infla el globo. El responsable es el dióxido de carbono.
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